domingo, 22 de noviembre de 2009

Decadencia


Una nueva situación política en China, (la protagonizada por las dinastías Tang, Song, y Yuan, desde el siglo VII hasta mediados del siglo XIV), y una nueva realidad económica y cultural en Occidente hicieron posible el restablecimiento de nuevas relaciones entre los dos mundos gracias a las que, junto a las mercancías, empezaron a intercambiarse también las ideas, los conocimientos artísticos, los idiomas y las religiones.
Desde entonces las Rutas de la Seda dejaron de ser caminos exclusivos de los comerciantes y de los militares, y empezaron a ser transitados cada vez con más frecuencia por intelectuales y por monjes .
Hacia el siglo XV, con el auge de la navegación y las nuevas rutas marítimas comerciales, y el apogeo de los Imperios Árabe, Imperio Mongol y Turco (selyúcidas y otomanos, ambos por igual en períodos distintos de tiempo) fue languideciendo lentamente la importancia de la Ruta de la Seda como principal arteria comercial entre oriente y occidente, y algunas de las más florecientes e imponentes ciudades a lo largo de su recorrido, fueron perdiendo importancia e influencia y, olvidados por el mundo exterior, se convirtieron en una vaga sombra de lo que fueron.


No hay comentarios:

Publicar un comentario